CACERÍA NACIONAL
Cacería Nacional: Experiencias únicas
Durante más de dos décadas, he dedicado mi vida a la caza, perfeccionando mis habilidades y ampliando mis conocimientos sobre esta apasionante actividad. Como cazador profesional, he tenido el privilegio de viajar por toda España, participando en múltiples cacerías y recechos que me han permitido adentrarme en la diversidad de la fauna ibérica.
Mi experiencia se centra en todas las formas de cacería, desde el rececho de corzo hasta las esperas de jabalí, pasando por el rececho de muflón, venado, gamo, arruí, rebeco y macho montés. Mi formación profesional se ha visto enriquecida gracias a innumerables horas en el campo, estudiando el comportamiento de las distintas especies y sus patrones de movimiento. Ahora, quiero compartir con vosotros algunos de los consejos y estrategias que he adquirido a lo largo de los años, para que me acompañes y disfrutes de una gran experiencia cinegética.

Recechos
El rececho, una modalidad de caza en la que el sigilo y la estrategia juegan un papel primordial, es un verdadero arte que pone a prueba la pericia del cazador. Un ballet silencioso en la naturaleza donde la paciencia, la observación y la destreza toman protagonismo.
En este tipo de caza, también conocido como caza de aproximación, el cazador busca a su presa sigilosamente, trazando un camino meticuloso para acercarse a la distancia apropiada sin ser detectado. No se trata sólo de la destreza física, sino también de un profundo conocimiento de los hábitos y comportamientos de la fauna, así como de las condiciones del terreno y el clima. El rececho es un ajedrez jugado con la naturaleza.
Además, el rececho se enmarca en una ética de caza que promueve el respeto por la fauna y la sostenibilidad. Al tratarse de una caza selectiva, se persigue el equilibrio de las poblaciones de animales, favoreciendo el desarrollo de ejemplares más fuertes y sanos.
Así, el rececho no sólo es una forma de caza, sino una verdadera inmersión en la naturaleza. Es la observación minuciosa de la fauna, la comprensión de los ritmos de la naturaleza, la paciencia y la estrategia. Es una danza con la vida salvaje, un diálogo respetuoso y consciente con el entorno. No se trata de dominar la naturaleza, sino de formar parte de ella, de integrarse en su ciclo y contribuir a su equilibrio.
Esperas de Jabalí
Esta modalidad de caza nocturna es una de las más emocionantes y también de las más complicadas. El jabalí es un animal inteligente y desconfiado, por lo que requiere de un gran conocimiento y preparación por parte del cazador.
Las claves para una espera exitosa son la paciencia, la buena preparación de cebos, conocer bien el entorno y sus costumbres. Es fundamental conocer los hábitos del jabalí, sus zonas de alimentación y descanso y, por supuesto, los vientos. También dependiendo de la comunidad donde desarrollemos la acción de la caza podremos apoyarnos de fuentes luminosas y equipos de visión térmica o nocturna para poder valorar bien el ejemplar a cazar.